Una entre un millón.

¿Cuántas veces te han dicho que eres única, que no hay nadie como tú? Seguramente, te lo han dicho tantas como a mí, o tal vez muchas más. Pero es mentira. En el fondo, todos somos iguales. Todos queremos lo mismo, a todos nos pasan las mismas cosas. En verdad, todos queremos ser felices, y a ninguno nos gusta la tristeza ni el sufrimiento. Todos lo pasamos mal, todos tenemos gente imprescindible. Y eso sí, puede que tu forma de ver las cosas, tu forma de pensar o tus ideas sean diferentes, pero en el fondo, no eres nada extraordinaria, no eres diferente. Solo eres una más del montón, una más, sin nada diferente que dar. Una chica normal y corriente.